crítica de LA EXTRAVIADA Por Fernanda García Arroyo

http://www.asalallenaonline.com.ar/teatro/criticas/5351-la-extraviada.html

Extraviada entre telas
En 1853 se estrenaba en Paris La Traviata, una de las óperas más exitosas en la historia. 160 años después, llega a la Ciudad de Buenos Aires, en su reestreno, La Extraviada; una obra que poco tiene que ver con la historia original, que se basa en la ópera para mostrar las internas de dos vestuaristas y hacer reir sin parar al público.
Mientras que en el escenario se escuchan los acordes de la sublime música de Giuseppe Verdi, en los talleres de vestuarios se dan dos disputas distintas: el puesto de jefa y, por sobre todas las cosas, el amor de un hombre.
Olga (Muxo) y Zulema (El Jaber) no dan abasto con los vestuarios de la ópera que se dará en el teatro estatal. Junto a sus asistentes cocerán día y noche en medio de las paritarias y nombramiento de jefa de vestuario. El ego y la competencia entre ellas dos generarán diálogos desopilantes. Lo mismo sucede con las intervenciones de Gangemi y Ríos, cuyos personajes son funcionales a la lucha entre las vestuaristas principales. Por su parte, Rodolfo (Romano) genera grandes momentos cuando aparece en el taller e interactúa con el resto del elenco.
Una excelente dramaturgia acompañada de excelentes actuaciones. Los intérpretes se apoderaron del guión para convertirlo en propio. Cada escena fluye y los tiempos son claros. Cada personaje tiene su propio sello, y cada uno se hace querible por una razón diferente.
Uno se estremece en cada aparición de Verónica Díaz Benavente. Desde ese espejo que refleja su espalda, su vestuario que la convierte en un ser único, hasta su interpretación e impresionante voz hacen que la obra tenga un giro dramático que acompaña los sentimientos y frustraciones de Olga.
La música está detalladamente seleccionada. Por supuesto, son todas extracciones de La Traviatay adaptadas para la comedia. La escenografía sitúa a los personajes realmente en un taller de vestuario: maquina de cocer, maniquíes, mesas, metros, telas y percheros con vestuario de distintas obras. La iluminación es simple pero correcta, se lleva el protagonismo en los momentos en que la cantante lírica aparece en escena.
Una historia tensa, hasta dramática, llevada adelante a través de la comedia y de la mano de personajes únicos y empáticos.  La Extraviada es una obra completa, ideal para terminar la semana de la mejor forma.

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